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Materiales aptos para falsos techos, las cornisas y las molduras

La diversa variedad de materiales que se emplean en la actualidad hace que los falsos techos se adapten a todo tipo de necesidades

Los falsos techos son uno de los elementos decorativos más demandados en la actualidad por su capacidad de ocultar todo tipo de instalaciones además de, aislar de ruidos y temperatura a la vez que se le da un aspecto más cálido todo tipo de estancias que cuenten con techos excesivamente altos.

A grandes rasgos nos encontramos con dos tipos de falsos techos principalmente, los falsos techos registrables y los falsos techos no registrables.

Los primeros están condicionados porque deben cumplir una serie de condiciones estructurales por seguridad ya que se pueden utilizar para soportar grandes dosis de peso. No obstante, en la mayoría de las ocasiones hablamos de falsos techos muy ligeros utilizados para ocultar todo tipo de instalaciones.

Ahora bien, hay distintos tipos de materiales que se utilizan en los diseños actuales como los techos de escayola, los techos de yeso o los techos de pladur.

  • Por un lado, los techos de escayola son placas de yeso cristalizado y calcinado que se colocan consecutivamente una detrás de otra hasta cubrir de forma total el techo.
  • Las cornisas de yeso son aquellas en los que preparamos la superficie con este material para que posteriormente, sea pintada y el acabado sea mucho más estético.
  • Y por último, las molduras de pladur son de una calidad superior a las anteriores puesto que se realiza mediante yeso más fino y puro dando un acabado a los revestimientos muy profesional.

Estos tres tipos de materiales han triunfado en los últimos años en el sector de la construcción gracias a su ligereza, a su precio tan económico y su fácil colocación. Además se pueden pintar sobre ellos y colocar cualquier tipo de elemento de iluminación sobre ellas.

Son la solución perfecta para lugares donde se deben instalar equipos de aire acondicionado o donde haya desagües y no se desea que estén a la vista los conductos. También se utilizan mucho para cuando se quieren modifica determinados puntos de luz y redistribuirlos o cuando queremos colocar focos empotrables en el techo.

Normalmente este tipo de techos nunca debe colocarse por debajo de estas dimensiones:

  • En estancias principales por nunca por debajo de los 2 metros y medio.
  • En cocinas, baños y pasillos nunca por debajo de los 2 metros 20 centímetros.

De lo contrario, estaríamos desafiando las proporciones normales de cualquier estancia y no conseguiríamos ese aspecto tan acogedor y original que proporcionan este tipo de materiales.